La pandemia trajo nuevas tendencias como por ejemplo un mayor interés del público por las propiedades ubicadas en los suburbios a partir del incremento del home office y de la revalorización de los espacios verdes, de la superficie, la calidad de construcción, los amenities y especialmente de los balcones, patios, jardines o todo espacio que permita moverse al aire libre. Además, se multiplicaron las vías de comercialización electrónica y hasta se concretaron operaciones a distancia mediante la implementación de la firma digital.
Por otro lado, desde el inicio de la cuarentena se desató un derrumbe de la economía en general y de este sector en particular, aunque a su vez la devaluación hizo que los inmuebles valgan menos en dólares y esto empezó a tentar a algunos inversores. Los valores de las propiedades para la compraventa hace por lo menos dos años están a la baja. Los factores que están empujando esta situación son la disminución del costo de la construcción derivado de la devaluación del peso y la brecha cambiaria entre dólar oficial y paralelo; la menor demanda debido a la escasa oferta de créditos hipotecarios en el contexto económico actual, (que hoy tiene nuevas perspectivas positivas gracias al lanzamiento del nuevo Procrear) y el crecimiento de la oferta de propiedades.
Frente a estas circunstancias, hijas del contexto de pandemia mundial y de la situación económica previa de nuestro país que como en toda crisis tienen su lado positivo según desde donde se las mire, surgieron nuevas reglas que parecen haberse instalado con mayor fuerza en estos meses de cuarentena: “quien quiera vender, va a tener que bajar el precio” si es que necesita el dinero con urgencia y “quien tenga dólares en mano va a tener la última palabra”, sin embargo también “habrá empresas con respaldo que defenderán los precios de sus productos”. Es decir que para arribar a buen puerto se deberá llegar a acuerdos justos que beneficien a ambas partes en una posible negociación de compraventa. Habrá que ver si a futuro estas nuevas reglas de juego se consolidan como tendencia.